Señor, enséñame a ESCUCHAR
- Vale Montes
- Nov 9, 2020
- 2 min read
Updated: Nov 17, 2021
Día 2: Señor, enséñame a escuchar.
A muchos nos encanta hablar🗣🙋♀️, pero cuando nos toca escuchar, se pone un poquito complicada la cosa. ¿Por qué? Porque a veces lo que nos dicen no es lo que queremos escuchar, o porque lo que nos dicen no es de nuestro interés, o puede que nos parezca un poco aburrido, o porque simplemente estamos muy distraídos.
Me declaro culpable de esto! Hablar para mi me resulta muy natural (el que me conoce sabe por qué lo digo😅), pero reconozco que la parte de escuchar es algo que debo mejorar.
Escuchar no solamente requiere el enfocarnos en los sonidos. Para poder comprender el mensaje, debemos tener todos nuestros sentidos enfocados en aquel que nos quiere comunicar algo (el emisor).
Les ha pasado que les están diciendo algo, pero su mente está en otro planeta?😂🙋♀️Me pasa muchísimo. Puede que nos cause un poco de gracia, pero cuando nos hacen esto a nosotros, usualmente nos molesta un poco el tener que repetirnos de nuevo.
Nosotros queremos ser escuchados. Creo que es una de las cosas que más queremos, luego de sentirnos amados. Deseamos que los que nos rodean nos escuchen, pero sobre todo, anhelamos ser escuchados por Dios.
Pero y qué tal si hoy en vez de querer ser escuchados, aprendemos a ESCUCHAR? Nuestro prójimo siempre tiene algo que contar. Escuchémoslo. Inclusive, hay ocasiones en que no hay necesidad de que salgan palabras de su boca. Si prestamos atención, podemos notar que sus acciones, también tienen algo que contarnos. Sus acciones pueden mostrarnos su alegría, pero también pueden revelar cuán necesitados están de ser escuchados. Escuchemos y seamos ese puente que conduzca a nuestro prójimo hacia la luz!
Por otra parte, escuchemos... escuchemos la voz de Dios. Todos los días Dios nos habla de diferentes maneras. A través de nuestra familia, de nuestros compañeros de trabajo, de nuestros amigos, de los niños, de la naturaleza y de los pequeños detalles. Vivimos y muchas veces no nos percatamos de ello. El secreto para escuchar mejor es hacer las cosas con amor. Cuando el amor rige cada paso y cada decisión que tomamos, SIEMPRE recibes amor de vuelta. En eso que recibes, ahí te habla el Señor! Pero, donde Dios nos habla con más claridad es en su PALABRA. Busca en su palabra y hallarás! “Porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama, Dios le abre” (Mateo 7, 8) DIOS NUNCA SE ESCONDE! En medio del ruido, saca tiempo para lo esencial. Saca tiempo para escuchar qué te quiere decir el Señor en este día!
Ora conmigo:
Señor, enséñame a escuchar. Que tu voz sea más potente que el ruido de mis días. Que tu voz permanezca y resuene en mi ser. Que tu voz me llene de seguridad. Que todos mis sentidos se enfoquen en lo bueno… en lo agradable… en ti. Señor, enséñame a escuchar a los demás, de la misma forma en que Jesús lo hacía… con humildad, con misericordia y con amor. Amén.

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