Señor, enséñame a SER PACIENTE

Día 4: Señor, enséñame a SER PACIENTE

“Tienes que tener paciencia.”

Usualmente cuando nos dicen esta frase, la dicen con muy buenas intenciones. Sin embargo, es más fácil decirla que aplicarla.

Mi mente va a millón siempre y una de las cosas que más hago es calcular el tiempo. Podemos decir que la palabra “tiempo” va de la mano con “esperar”.... y creo que la espera es lo más que me desespera.

Lo acepto. Soy un poco impaciente; no tanto con mi prójimo, sino más bien con los procesos. Ah bueno, y también soy impaciente cuando hay hambre😬. Jajaja son bromas😅, pero volviendo a lo serio... Créanme que aceptar mi impaciencia me causa un chin de vergüenza porque, si confío en el Señor, ¿por qué desesperarse?

Creo que todos estamos en espera... en espera de algún trabajo, en espera de finalizar estudios, en espera de formar una familia, en espera de cumplir un sueño, en espera de tener el primer hogar, en espera de buenas noticias, en espera de un diagnóstico, en espera de amor.... en espera de una respuesta!

La paciencia requiere que esperemos. PERO algo IMPORTANTÍSIMO es que nuestra espera debe ser ACTIVA! Mientras esperamos, no podemos quedarnos dormiditos. No podemos quedarnos en la tristeza o como “zombies”, contando los días. Dios quiere vernos trabajando, luchando y orando! Dios quiere que mientras esperamos, SIRVAMOS (regresa al Día 2 de la serie😃). Cuando nuestra espera es activa, ser pacientes no parece tan malo como antes. Cuando la espera es activa, damos fruto! Y cuando damos fruto, podemos apreciar mejor la bendición!

Seamos pacientes con el tiempo, pues la espera no será para siempre! Esperemos de forma activa, confiando en que TODO OBRA PARA BIEN DE LOS QUE LE AMAN! Vale la pena esperar, pues... “Los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria que un día se nos manifestará” (Romanos 8, 18)

Ora conmigo:

Señor, enséñame a ser paciente. Que yo pueda utilizar este tiempo de espera para bien. Que este tiempo me prepare para el próximo escalón! Que en este tiempo Tú hagas de mi una vasija nueva! Que en este tiempo yo no pare de confiar en tu gran amor! Amén.